que todo lo que se debía decir
ha sido dicho ya
Ahora es cuestión de actuar
Y se actuará a pesar
Y se actuará a pesar
de todos aquellos
que no quieren que se actue
El majestuoso reloj cósmico
cabalga impávido, sin prisa ni retraso en una dirección inapelable.
Su maquinaria está lubricada, es perfecta, está a punto.
Ese bello organismo sensitivo late como un corazón.
El corazón de dios, el corazón del hombre.
Ese maravilloso mecanismo recorre en una sincronía perfecta
el infinito tiempo celestial y el infinitesimal tiempo de los hombres.
Ya es casi la hora de la luz, se acerca el mediodía.
Aunque puede llegar de infinitas maneras.
Es mejor aceptar lo inevitable.
Serenamente.